miércoles, 14 de octubre de 2009

Introducción a El Buscón y la picaresca

Nuevamente (guiño a GGM, por más que reniegue) este grupo de estudiantes de Letras en la Usac presentamos otro “proyecto”. Esta vez, tratamos sobre El Buscón, sus personajes, y luego los comparamos con el máximo exponente de la picaresca: El Lazarillo, haciendo un respectivo análisis de la primera, para poder concluir al respecto de nuestro trabajo. Esperamos que a Vuestra Merced os agrade lo aquí expuesto.



“Nunca mejora su estado quien muda solamente de lugar y no de vida y costumbres”.
-Francisco de Quevedo.

“Hablar de Quevedo -dice Alberti- es hablar de un poeta extraño, de un alma en claroscuro violento, de un hombre endiablado con fulgores de ángel…”. Satírico por temperamento, con una forma especial de ver y vivir la vida en la que se entremezcla el estoicismo y la picaresca, agudo observador encarcelado, alma dolorida, y como tal, desafiante; crítico mordaz de la mediocridad cortesana, Quevedo es, sin lugar a dudas, el genio del Barroco español. Conoce los reinados de Felipe III (1958) y Felipe IV (1621) las guerras con Francia y los Países Bajos (1624), las sublevaciones de Cataluña y Portugal (1640). En suma, el proceso de decadencia política, económica y social del pueblo español se hace carne en Quevedo. Así toda la realidad condensada en un solo hombre, aflora en su obra literaria, y más específico, en su única novela: El Buscón, recurriendo a temas y argumentos que se centran en la figura protagonista del pícaro, tipo de persona descarada, traviesa y bufona de mal vivir. Es toda esa España del siglo XVII la que se nos presenta en esta obra, y también en El Lazarillo, la que con este trabajo pretendemos analizar a fondo en sus personajes, características y acciones. A continuación exponemos nuestro proyecto a través de este enlace: El Buscón y la picaresca.

El Buscón y la picaresca de El Lazarillo

La Historia de la vida de El Buscón



Escrita alrededor de 1604, surge -como se ha visto- en un momento en el que el sistema de distribución de individuos tradicionalmente establecido tiende a verse afectado por un fenómeno ya evidente: la aspiración de medro social de elementos de origen converso. Pero en El Buscón la sátira mordaz y corrosiva contra toda aspiración de medro rebasa la defensa del privilegio de honra para los cristianos. Quevedo, testaferro de la ideología e intereses de la nobleza cristiana vieja, denuncia y censura la dinámica social que se presenta durante el reinado de Felipe III. Esta dinámica supone la incorporación de descendientes de conversos en los cenáculos de la Corte, hecho que no sólo merma el sistema jerárquico, sino que amenaza las prebendas de las que goza el grupo que ostenta la hegemonía.

Así, pues, las vicisitudes del pícaro segoviano no son más que un mensaje previamente codificado y fácilmente decodificable, dirigido al grupo en el poder: se requiere una impermeabilidad entre estados sociales; hay que cerrar canales ascendentes. Mensaje de una conciencia aristocrática y conservadora, que busca que la sociedad estamental se petrifique.

Y es precisamente este fenómeno el que Quevedo va a tratar en su novela, hecho que se observa, por ejemplo, cuando hace que su protagonista Pablos insista en pretensiones sociales:

-“... mas yo, que siempre tuve pensamientos de caballero desde chiquito…”.
-“...como siempre tuve altos pensamientos…”.
-“...Señor, yo ya soy otro, y otros mis pensamientos; más alto pico y más autoridad me importa tener…”.
-“...crecíame... el deseo de verme entre gente principal y caballeros...”.


Análisis de los personajes de El Buscón



-Pablos: como personaje converso no utilizará sino los medios más ruines para lograr sus objetivos. Y es que para Quevedo, como para la mayoría de los españoles “limpios”, la mala sangre se hereda. Quevedo, al hacer de Pablos un tipo despreciable, viene a afirmar la noción de la marca de sangre, pero también se pone al servicio de la clase dominante que procura reservar para sí los privilegios de honra y poder. Asimismo, el escritor intenta cercenar la lucha de cristianos nuevos que defendían el criterio de la virtud del hombre y no de la sangre. Hijo de padres de dudosa moralidad, que ha sufrido castigos desde la infancia, bromas del peor gusto, de semblante grotesco y sin cultura, que cree ser capaz de llegar a ser “un caballero”.

Tiene como única esperanza marchar a Indias. Aunque el mismo autor predice lo que el destino le deparará de aquí en adelante, al afirmar: “…nunca mejora su estado quien muda solamente de lugar, y no de vida y costumbres” (esta última frase es una de las características de la novela picaresca). Quevedo presenta al personaje condenado al fracaso en su inútil intento de introducirse en el mundo al que no pertenece. Para lograr su propósito emplea vulgarismos, parodias idiomáticas latinas, sátiras, ironías, uso figurado de expresiones, de acuerdo al personaje. El uso de modismos propios de la clase baja, tales como “archipobre y protomiseria”.

Otros pasajes de la novela también son reveladores: Pablos deja de servir, y acaba en la cárcel; se apropia de títulos de caballero (“señor de Valcerrado y Velorete”), y termina siendo apaleado; se sube a un caballo, y finaliza tirado en el suelo. Sí, se ve en el suelo porque “perteneciendo al caballero el uso exclusivo del caballo”, él intenta apropiarse de una honra que no le corresponde.

La primera cabalgata funesta sucede durante las Carnestolendas . El Pablos niño ha ascendido a “rey de gallos” -con caballo y espada- en un festejo cristiano. Para situarlo en su justo lugar, como impuro que es, el niño después de haber sido golpeado e injuriado, cae en medio de la inmundicia. Su infancia está marcada por conflictos familiares, que marcarán el curso de su vida de ahora en adelante. Personaje tipo que representa al pícaro del siglo XVII. No muy bien vestido y con unos hábitos, lenguaje y comportamientos pillescos propios de cualquier pícaro de su época. Su lengua es el castellano del siglo XVII con las expresiones propias de su clase y condición social a la que pertenece. En ocasiones, y según le conviene, adopta otros nombres de personas conocidas como: Álvaro de Córdoba, Ramiro de Guzmán y Felipe Tristán.

-Clemente Pablo: es el padre de Pablos, se nos dice que es un barbero que ha tenido que vérselas con el Santo Oficio (es referente a cirujanos y barberos, que “son oficios considerados muy propios de judíos”) que consistía en robar a sus clientes mientras les afeitaba o les cortaba el pelo. De hecho, muere ahorcado por este delito.

-Aldonza de San Pedro: la madre de Pablos, “hija de Diego de San Juan y nieta de Andrés de San Cristóbal”. La conglomeración de apellidos no deja lugar a dudas sobre su origen (“son muy abundantes entre los judíos toda suerte de apellidos consistentes en nombres de animales”), pero como si esto no fuera suficiente, el autor se torna redundante al asentar lo siguiente: “sospechábase en el pueblo que no era cristiana vieja”. Esta mujer es, en pocas palabras, confesa, bruja, prostituta, alcahueta y las malas lenguas decían que hacía pactos con el diablo. Por este motivo fue juzgada y condenada (Inquisición).

-Don Diego: amigo inseparable de Pablos con el que pasa una importante etapa de su vida, se conocen en la escuela y parten juntos hacia el pupilaje. La presencia de Diego es un factor determinante a lo largo de la vida de Pablos.

-Don Alonso Zúñiga: padre de Diego. Persona hospitalaria que acoge a Pablos y a su hijo Diego cuando caen enfermos a causa del hambre pasada en casa del licenciado Cabra.
Los estudiantes de Alcalá de Henares: compañeros y estudiantes, crueles, salvajes que se burlan de Pablos y se aprovechan de Diego. No es difícil adivinar sus formas de vestir, hablar, y actuar.

-Alonso Ramplón: tío de Pablos, vividor y juerguista que se lo pasa bien con sus amigos y se acuerda de su sobrino cuando se queda huérfano de padres y tiene que cobrar la herencia. Ramplón significa persona mísera y tosca.

-Licenciado Cabra: un nombre burlesco, pues “dómine” quiere significar persona que finge ser experto en enseñar sin serlo. Dueño de una casa de estudiantes cuya característica más destacada es la tacañería. En él Quevedo intenta reflejar las personas miserables que viven a costa de aprovecharse de los demás.

-Doña Ana: la dama guapa de la Casa de Campo, de la cual Pablos se enamora tan locamente al igual que de su riqueza, hasta terminar siendo descubierto en su mentira (aparentar ser Felipe Tristán) y finalmente es escarmentado, a tal punto de quedar casi muerto.

-“La Grajales”: mujer con que se une Pablos y a la cual consulta sobre su viaje a las Indias.



Existen en el libro otros conversos; todos igual de bajos. Todos ellos vividores, farsantes y engañadores, personajes sin escrúpulos ni vergüenza, que se aprovechan de aquel a quien se topan, roban, mienten, etcétera. Aunque algunos de ellos le prestan ayuda, otros en cambio lo despojan de los pocos dineros que posee.

-Un loco: fanático de esgrima.
-Un clérigo: viejo, autor de malos versos.
-Un soldado: “matón”.
-Un ermitaño: se dice que montaba en un borrico.
-Un hidalgo: don Toribio Rodríguez Vallejo Gómez de Ampuero y Jordán. Este caballero le explica a Pablos cómo vivir en la villa y Corte, a costa del prójimo y sin trabajar.
-Los farsantes de la Corte: pícaros y rufianes.
-Los amigos de las posadas: siempre causando problemas y malos ratos.
-La monja: de la orden de San Juan Evangelista, tenía amores con Pablos, este finalmente descubrió que no era el único en su vida y decidió dejarla tomando el camino hacia Sevilla.
-Los ladrones de Sevilla: entre esos Mata alias “Matorral”, un condiscípulo suyo de Alcalá.
-Los nobles: los que le presentan a Doña Ana. Poseídos por su condición social y por sus riquezas y orgullo no se percatan que Pablos no es quien dice y se dejan engañar.


Estructura de la obra

-Narrador: se presenta como personaje a lo largo de la historia, narra los sucesos en primera persona, a veces sin actuar, y sólo relatando lo que “sus ojos ven”.
-Tiempo: pasado.
-Género: pertenece a la novela Picaresca.
-Espacio: a través de las experiencias y vivencias de Pablos se conoce el espacio en el que se desarrolla la acción. El lugar es España (hacia el siglo XVII), exceptuando el viaje a Indias, en zonas urbanas como Madrid, Alcalá de Henares, Segovia, Toledo y Sevilla, los sucesos se desarrollan de una manera ordenada pasando de unos a otros, cumpliendo así con los aspectos característicos de la picaresca; género en el cual se relatan anónimamente la autobiografía de su autor. En los lugares podemos apreciar las desventuras que le acarrean al pícaro: es en ocasiones expulsado y por circunstancias diversas se ve obligado a marcharse de unos lugares y refugiarse en otros. También regresa a lugares donde ya ha estado, por ejemplo cuando regresa a Segovia para cobrar su herencia. En los sitios por donde pasa y habita por un tiempo siempre encuentra algún impedimento o problema que interrumpe su felicidad y es por eso que escapa sin dejar rastro.


Características del pícaro


"El Lazarillo", de Goya.

-Es un ser astuto que siempre está en guardia.
-Sólo roba para subsistir.
-Es un héroe al revés (antihéroe), ya que se destaca por sus fechorías.
-Es un niño marginado en la sociedad.
-Aparece como criado de personajes que pertenecen a diversos grupos sociales a los que critica duramente.


El Lazarillo de Tormes y El Buscón



El Buscón es, sin duda, junto con El Lazarillo de Tormes, la obra picaresca más representativa dentro del género, en donde vamos a poder ver reflejadas situaciones y personajes muy similares rodeada, como no, de un sentido del humor e ironía típicos, producto de la búsqueda de la subsistencia diaria y del encuentro del protagonista con personajes desfavorables, que le hará más dificultosa dicha tarea.

En cuanto a rasgos generales, puede encontrarse el primer contraste en la forma de estar escrita, ya que, en El Lazarillo, el protagonista se dirige a V.M. (Vuestra Merced) y en El Buscón se dirige al lector, llamándole V.M. únicamente en contadas ocasiones.

Coinciden en que ambas están escritas en primera persona. En la primera obra, el motivo por el que el protagonista cuenta su vida es para explicar su actual estado al ya nombrado Vuestra Merced, mientras que en la de El Buscón no se explican tales motivos. En la obra escrita por Quevedo, el pícaro, por más intentos que hace, no consigue salir de su estado; lo que también es un contraste, ya que el lazarillo llega a ser pregonero y a casarse, y esto le supone un ascenso en la sociedad. La obra anónima tiene dos cometidos: el primero es criticar la sociedad, centrándose en la Iglesia; y el segundo, aleccionar al lector, que puede hallarse en algunos fragmentos de cuando Lázaro acompaña al ciego; sin embargo, Quevedo, critica la sociedad en general e intenta entretener al lector.

Haciendo un análisis más profundo de las obras, observamos que el padre de ambos pícaros es un ladrón que acaba muriendo, y la madre es una mujer de mala reputación. El Lazarillo va sirviendo a diferentes personajes representativos de la sociedad, y en El Buscón sólo aparecen en diferentes puntos de la obra y algunos acompañan a Pablos en su viaje. Los dos pícaros tienen un momento álgido de malestar, Pablos cuando se encuentra en la escuela del Licenciado Cabra, donde no tiene qué llevarse a la boca; y Lázaro cuando vive con el ciego, que además de no tener qué comer, casi lo mata a golpes. Ambos protagonistas recorren un largo camino, pasando por diferentes ciudades españolas; Pablos acompañado de personajes a los que va conociendo en sus viajes, y Lázaro acompañado del amo que tiene en cada etapa.

Abordando un análisis comparativo entre el escudero de El Lazarillo y el hidalgo de El Buscón se ha de considerar las innumerables afinidades entre ambos personajes que demuestran cómo estos son el reflejo de un nuevo grupo social que apareció en España en el siglo XVI. Representan estos personajes una nobleza relativa y a la vez una pobreza cierta, que reflejan una nueva condición de la sociedad en la que ya no se contraponen la nobleza y la pobreza. En la nueva sociedad el pobre trabajando puede llegar a ser bien estante, sin embargo, el noble que se niega a trabajar por cuestiones de honra puede volverse pobre cuando pierde sus posesiones, y el hidalgo de El Buscón es el ejemplo más evidente de esta situación: dice el noble: “He vendido hasta mi sepultura, por no tener sobre qué caer muerto, que la hacienda de mi padre se perdió en una fianza”.

Es interesante analizar cómo lo que cuenta el hidalgo en la obra El Buscón, puede reflejar la sociedad española del Siglo de Oro, en particular la alta sociedad de la clase noble, puesto que lo que este personaje nos expone es precisamente una serie de costumbres que él mismo intenta seguir (más que nada ante la apariencia, pues su condición económica le impide ser como los demás nobles) para que se le considere parte de esa sociedad aristocrática. Es evidente que en este tipo de situaciones el autor critica una sociedad hipócrita, esto es por incuestionable en todo el género picaresco, la crítica social representa un tema fundamental de este tipo de novela.

En cuanto a la ropa el hidalgo cita su capa, teniendo esta la facultad de esconder los indumentos viejos o rotos, el pícaro descubre precisamente los defectos de los pantalones del hidalgo cuando al ayudarle a subir al burro le levanta sin querer la capa. Esta prenda de nuevo recuerda al escudero de El Lazarillo que mostraba particular interés en su capa, para el escudero esta representa la nobleza y para el hidalgo de El Buscón representa también una cobertura tras la cual se esconde su verdadero estado: la pobreza.

Toda la actitud del hidalgo queda bien definida en una frase que él mismo cita: “El que sabe bandear es rey, con poco que tenga”. Esta frase resume el pensamiento del hidalgo y también las esperanzas del pícaro que precisamente más adelante se ingeniará para satisfacer sus propias necesidades y para buscar esa honra tan deseada.

Hay que destacar el diferente punto de vista del pícaro, Lázaro criticaba la actitud del escudero, su afán de honra y la formalidad vacía, mientras que Pablos siente admiración y gusto por el hidalgo y sobre todo siente impulso a imitarle, también hay que considerar que si Lázaro llega a colocar al escudero a su mismo nivel pero exaltando su pobreza y desvalorando su honra, Pablos se sube al nivel del hidalgo considerándose capaz de alcanzar esa falsa honra tras renegar a su familia y su pasado.

Un aspecto que se puede apreciar es cierto desprecio mostrado por el autor de la novela hacia la actitud del personaje de Pablos que quiere hacerse pasar por lo que no es, esto destaca aún más cuando el mismo autor, en capítulos llega a insinuar un antagonismo de clase entre Pablos y Diego.

Un personaje que también cobra relevancia en la obra de Quevedo es el personaje del clérigo poeta, que sirve para referirse a la falta de seriedad y de preparación de algunos conversos que han logrado ser aceptados por el Clero. La ignorancia de las bases del catolicismo por parte del personaje son puestas en evidencia de manera sarcástica. El sacerdote crea versos para Don Corpus Christie pensándolo un santo y no un sacramento, dejando en claro su displicencia en relación al cristianismo.

Conclusión

El Buscón es la única novela de Quevedo, que sigue toda la línea de la picaresca que establece El Lazarillo de autor anónimo. En su novela Quevedo demuestra la inserción a un grupo social de un personaje atípico para la sociedad, haciendo una oposición del realismo frente al idealismo de la manera más barroca posible (extremando los rasgos físicos de los personajes, como la suciedad o repugnancia de estos) y con un estilo puramente conceptista. Su protagonista reacciona de manera utilitaria a los estímulos externos, como internos, de su entorno social haciendo lo necesario para “subir” escalones sociales, para ser aceptado y para sobrevivir, todo narrado en primera persona a través de pasajes cómicos y satíricos haciendo mella en las acciones propias de los otros personajes por su contexto social. Eventualmente, el trayecto que recorre Pablos comparado al de Lázaro es similar: ambos presentan la doble moral, al ver evolucionar su posición social (la vida material mejora), frente a la permanencia de una conducta basada en esos valores con que inicia el personaje, o sea, su moral no cambia. La diferencia que se encuentra entre ambos personajes es el viaje que Pablos hace a las Indias (y qué calaña la que se nos vino, junto con Don Juan, pero eso es más adelante en el “tiempo literario” al que nos circunscribimos), donde aparentemente termina mal: “Y fueme peor, como v.m. verá en la segunda parte, pues nunca mejora su estado quien muda solamente de lugar, y no de vida y costumbres”, cerrando así Quevedo la presencia de la doble moral para sorprender al lector.

Es de esta manera que llegamos a la conclusión en que Quevedo no nos presenta a un débil e inocente pícaro como lo es Lázaro, sino a un personaje con más malicia y sabiduría a la hora de buscarse la vida, siendo él, en la mayoría de las ocasiones, el que se aproveche de los demás, y no sólo lo hará para tener qué llevarse a la boca, sino que buscará incluso las artimañas necesarias para conseguir dinero con el solo ánimo de lucro, todo es posible para El Buscón a la hora de conseguir sus objetivos.

Hacen su aparición en este entretenido e hilarante libro una galería de personajes que ya fueron vistos en El Lazarillo, nobles arruinados que fingen poseer todavía grandes riquezas, resultando ser patéticos, aferrados a una farsa; curas corruptos muy bien alimentados y vestidos, que para nada se caracterizarán por ayudar a los más necesitados; en resumen, personajes que abundaban en la picaresca y por supuesto en la España del siglo XVII.

Además, cuentan ambas obras con el aliciente del fino e hiriente sentido del humor y de la ironía que las caracteriza, que no dejan títere con cabeza a la hora de ridiculizar a todos los estamentos de su época; el sentido del humor se desprende por la cantidad de vicisitudes por las que pasan los protagonistas.

Bibliografía

-De Quevedo, Francisco. “El Buscón”. Primera Edición. Madrid. Editorial Edimat Libros S. A., 2004. Pp. 191.

-http://docencia.izt.uam.mx/walde/Quevedo.html

-http://lavidadelbuscon-ma.blogspot.com/

miércoles, 30 de septiembre de 2009

Dos Novelas Ejemplares

En este blog se trabajaron dos novelas ejemplares: "El Amante Liberal" y "El Licenciado Vidriera" sus argumentos y el respectivo análisis, destacando por qué consideramos cierto análisis el más importante. Citando el ingenio de Cervantes, damos la introducción a este nuevo webquest.

"...me doy a entender (y es así)
que soy el primero que ha novelado
en lengua castellana..."


Con el reinado de Carlos V, se consolida la hegemonía española. La política europea, concebida por Fernando V, culmina con la coronación del nieto como Emperador de Alemania. La cruzada africana iniciada por Isabel la Católica y Cisneros, se prolonga en la toma de Orán y de Túnez y en las rivalidades y guerras con Solimán, emperador de los turcos.

A la era de los descubrimientos sigue la de exploración y conquista del Nuevo Mundo, que terminan, en pocos años, Cortés, Pizarro y los demás conquistadores. España a pesar de sus poderosos rivales; Francia, Inglaterra, el mismo Papado. Maneja las riendas de la política universal durante casi todo el siglo XVI, hasta que en los últimos años del reinado de Felipe II. Con el fracaso de la armada invencible enviada por el Rey contra Inglaterra en 1588, empieza la caída del poderío español, preludio de una larga decadencia.

Al asumir España el la dirección de los asuntos europeos las circunstancias históricas, presentan una conexión estrechísima con los fenómenos espirituales. Las direcciones del país tanto las políticas como las espirituales o artísticas vienen marcadas desde el periodo anterior: Unidad nacional, fervor religioso, humanismo, busca de belleza, bajo la dirección de ideas neoplatónicas, nuevo sentido vital, individualismo artístico, frente al colectivismo de la edad media.

Nuevos factores de suma trascendencia van a determinar desviaciones importantes. Europa entra, como consecuencia entran parte de ideas renacentistas, en un proceso de diversificación de la cultura frente a la universalidad de la Edad media.

Las “Novelas Ejemplares” son una serie de novelas cortas que Miguel de Cervantes escribió entre 1590 y 1612, y que después acabaría publicando en 1613 en una colección editada en Madrid por Juan de la Cuesta, dada la gran acogida que obtuvo con la primera parte del Quijote. En un principio recibieron el nombre de “Novelas ejemplares de honestísimo entretenimiento”.

Se trata de doce novelas cortas que siguen el modelo establecido en Italia. Su denominación de ejemplares obedece a que son el primer ejemplo en castellano de este tipo de novelas y al carácter didáctico y moral que incluyen en alguna medida los relatos. Cervantes se jactaba en el prólogo de haber sido el primero en escribir, en castellano, novelas originales al estilo italiano: “A esto se aplicó mi ingenio, por aquí me lleva mi inclinación, y más que me doy a entender, y es así, que yo soy el primero que he novelado en lengua castellana”.


Bibliografía:

- “Tres Novelas Ejemplares”, Miguel de Cervantes Saavedra/Editor Iván Hernández, Editorial Norma, Colombia 1990.
www.analitica.com/bitblio/cervantes/novelas_ejemplares.asp.
www.bibliotecasvirtuales.com/biblioteca/LiteraturaEspanola/
Cervantes/NovelasEjemplares
- “El Amante Liberal de Cervantes y las fronteras de la identidad”, William H. Clamurro, Universidad de Denison.
- “Para una nueva lectura de El Amante Liberal”, Dense y Louis Cardaillac, Seminario de estudios de literatura hispánica, Universidad Paul-Valéry, Montpellier, Criticón No. 10.
- “La formación de personajes de tres novelas ejemplares”, María Ángeles Encinar, Boletín de la Sociedad de Cervantes de América, 1995.

El Amante Liberal


Argumento

El Amante Liberal se presenta en tres episodios distintos de la conquista de una dama.
En el primero, Ricardo es un caballero siciliano que está cautivo en Turquía y que cuenta a su amigo, el renegado Mahamut, la causa de su cautiverio.

En Trápani vivía una doncella que se llamaba Leonisa, a cuya gran hermosura los poetas cantaban que tenían los cabellos de oro, y que eran sus ojos dos resplandecientes soles y sus mejillas, purpúreas rosas; sus dientes, perlas; sus labios, rubíes; su garganta, alabastro; y que sus partes con el todo y el todo con sus partes hacían una maravillosa y concertada armonía.
Ricardo se enamora de ella pero no es correspondido, ya que al parecer ella sentía inclinación por Cornelio. Durante una reyerta entre Ricardo y Cornelio y sus parientes en un jardín de la costa, aparecen los turcos y se llevan cautivos a Ricardo y a Leonisa, mientras que Cornelio puede huir a tiempo. Las desventuras les separan, llegando a creer Ricardo que Leonisa había muerto durante una tempestad. Una vez terminado el relato de Ricardo y encontrándose juntos los nobles turcos Ali y Hazán y el cadí de la ciudad, llega un judío que quiere vender una hermosísima cristiana, que no es si no Leonisa.

Alí, Hazán y El Cadí se disputan la propiedad de la bella Leonisa vendida por un judío. El celo de cada uno de los adquisidores tiene como pretexto el deseo de rendir homenaje al Gran Turco, su “señor”, ofreciéndole un presente digno de él. Pero bajo esta competencia aparente en la liberalidad que no es de hecho sino la sobrepuja de la perversión, se traba una justa venal cuyo objeto es la conquista de la dama. Además, el torneo está falseado por la presencia de un árbitro que es tanto juez como participante, y quiere ser el beneficiario de la operación.

En el segundo episodio, los rivales ya no son moros sino cristianos, y el objeto del desafío no es una cristiana sino una mora. En efecto, hacia el final de la novela, la justa venal entre los tres musulmanes pasa a ser una batalla naval. Lo que está en juego sigue siendo la conquista de la dama, sin embargo, la lucha adquiere aquí dimensiones épicas. Ricardo y Mahamut ya tienen preparado otro plan para poder escapar con Leonisa, mientras que Halima también creerá tener preparado el suyo. El bajel del cadí se ve repentinamente atacado por dos naves, una de piratas y otra de cristianos, que realmente no son sino las naves de Ali y de Hazán, que pretenden capturar a Leonisa. Ambas naves lucharán hasta destrozarse. No se trata ya del combate de dos o tres individuos bajo una tienda, sino el enfrentamiento de tres bajeles sobre la inmensidad del mar. Pero, como en el primer episodio, el combate es desleal, montando una farsa.

En el tercero, Ricardo y Mahamut consiguen así hacerse dueños de la situación y retornar felices a Sicilia.Pero Ricardo, al llegar, no quiere ninguna recompensa más que la felicidad de Leonisa. Y por esto, creyendo que ella estaba todavía enamorada de Cornelio, se la entrega generosamente. La propia Leonisa reaccionará manifestando que su voluntad antes dudosa era ahora decididamente favorable a Ricardo. ... y la fama de Ricardo, saliendo de los términos de Sicilia se extendió por todos los de Italia y de otras muchas partes, debajo del nombre de Amante Liberal.

Análisis

Tiempo y espacio de la novela

El Amante Liberal es considerada una de las primeras novelas de la producción de Miguel de Cervantes. Reúne elementos de la novela morisca y la novela bizantina, aunque al mismo tiempo critica implícitamente algunos aspectos bizantinos. En un estudio más profundo esta novela evidencia una estructura narrativa sobre la cual el autor se apoya para dar a conocer una visión personal de la España de su tiempo.

Nos interesamos esencialmente por los problemas del tiempo y del espacio en El Amante Liberal. Esta novela presenta una gran analogía con la entidad novelesca de carácter bizantina, cuyo origen es “un mundo extranjero en el tiempo de la aventuras”. Y es lo que intentaremos demostrar a continuación.

En esta novela al igual que en las bizantinas, la acción se desarrolla en lugares diversos, pero siempre mediterráneos: Sicilia, las islas Fabiniana, Pantellaria y Lampedusa ,la isla de Corfú o las costas de Túnez, Bicerta, la Goleta, Trípoli o las de Chipre y Nicosia. Es interesante señalar que la novela ofrece precisiones geográficas. Cervantes rinde culto a una moda literaria de su tiempo: al mundo musulmán, a la vez familiar y extranjero para el público español, en razón del contexto histórico de la época. En El Amante Liberal, el Mediterráneo es el lugar donde se reúnen los personajes, de razas, clases, religiones y costumbres.


La desgracia individual del héroe se encuadra en una desgracia colectiva nacida del enfrentamiento entre la cristiandad y el islam. La acción se sitúa en la isla de Chipre, poco después de la victoria de Mustafá Bajá sobre Venecia en 1570, es decir, en el momento del apogeo de la potencia turca en el Mediterráneo, período particularmente dramático para España. En esta época Cervantes estaba en Sicilia, donde semejante pérdida fue cruelmente sentida.

En esta novela las aventuras se multiplican en tiempos de duración de ciertos episodios. Suceden a partir del inicio, sin causalidad real, por medio de un encadenamiento fortuito. El esquema de El Amante Liberal se presenta al igual que en las novelas bizantinas: un hombre joven y una muchacha, dotados de belleza y castos, pasan por aventuras antes de ser consumada su unión: separaciones inesperadas, raptos, cautiverios, largos viajes por mar con “la tempestad, el naufragio, la salvación milagrosa, el asalto de los moros, la captura, guerras, combates; los novios vendidos como esclavos, muerte supuesta; reconocimiento y desconocimiento de los enamorados, aparece el amigo de la infancia reencontrado, el entrecruzamiento en que cada enamorado debe desempeñar en relación al otro el papel de tercero en favor de su amo”. El autor emplea, en diversas ocasiones, el término “laberinto” para subrayar esta complejidad de las aventuras y peripecias.

Se pueden observar ciertas variantes de detalle: el origen de los héroes no es misterioso,
su encuentro no es fortuito, no se da ninguna intervención de lo maravilloso (predicción, adivinamiento, premonición...). Una diferencia fundamental merece toda nuestra atención: el amor de Ricardo no es compartido por Leonisa.

Por eso, es importante señalar una divergencia esencial sobre la función del tiempo entre El amante liberal y la novela griego-bizantina. En efecto, en esta el tiempo de la aventura no es sino una inmensa digresión en la historia pasional de los protagonistas. La unión de Ricardo y Leonisa es fatal desde el comienzo, se ve solamente diferida por una serie de obstáculos y puesto que Leonisa rechaza el amor de Ricardo. La aventura va a conducir a la realización de esta unión, no por medio de una evolución psicológica de la heroína, sino por la revelación, a través de momentos sucesivos en la intriga, de los méritos de Ricardo que son señal de una armonía preestablecida. La heroína sale progresivamente de un error sobre el cual reposa toda la intriga.

Las aventuras sirven pues de revelador, lo que les confiere una justificación de la que carecen en la novela bizantina. Esta, pues, es utilizada por Cervantes de una manera totalmente original conservando numerosos elementos bizantinos y utiliza sus ingredientes propios, pero la dinámica novelesca es fundamentalmente diferente. La función del tiempo se modifica radicalmente en el dinamismo de un “desengaño” que nos orienta hacia la unión inicialmente no evidente de Ricardo y Leonisa.

En El Amante Liberal la armonía no viene dada desde el inicio de la novela , sino conquistada en dura lucha por medio de pruebas que atraviesan los personajes.Al héroe ya no le conviene ser el juguete del azar o aquel que debe sin cesar provocar a la fortuna
para calificarse por sus méritos. En la novela se realiza el proyecto narrativo sin gran lujo de acciones físicas. Ricardo descubre repentinamente que no puede ser “liberal de lo ajeno” y Leonisa, cuya voluntad ha quedado conquistada por la liberalidad de Ricardo,
decide entregarse a él y se lo manifiesta en seguida : “Tuya soy, Ricardo, y tuya seré hasta la muerte, si ya otro mejor conocimiento no te mueve a negar la mano que de mi esposo te pido”. Cervantes separa marcadamente de la novela bizantina y de la novela morisca: la dama no es un objeto, simple recompensa para el caballero meritorio, sino que es presentada como la clave de la situación final. Las acciones de Ricardo no son sino preliminares, siendo el libre consentimiento de Leonisa el que conduce al fin de la novela. Ricardo y Leonisa gozan de una iniciativa igual y libertad igual.

Estructura de la novela

La estructura superficial sería bizantina, y la estructura profunda morisca. La novela está dividida en tres episodios que reflejan la actitud del héroe cuyo objeto constante es la conquista de la dama. Sin embargo, existe una diferencia en el concepto de conquista, según se trate para los moros, conquista significa posesión, y la dama queda así reducida a un objeto deseado; para los cristianos, se trata de calificación: el héroe debe obtener por sus méritos el amor de la dama. Mientras que en los cristianos el amor que esta suscita se detiene en la contemplación e incita a una superación de sí mismo, en los musulmanes este amor se convierte en codicia, lascivia y, en contra del código de honor, intenta satisfacerse por medios deshonestos.

Características bizantinas y moriscas


Novela bizantina: Es uno de los principales tipos de prosa narrativa del siglo XVII. Son dos jóvenes (Ricardo y Leonisa) quienes encuentran graves obstáculos para realizar su amor que se lo impiden: forzada separación, viajes peligrosos, naufragios, cautiverio, etc. hasta que, finalmente, consiguen la realización de sus anhelos al encontrarse y comprobar, con satisfacción, que su amor ha permanecido fiel y se ha fortalecido en medio de tantas pruebas y contratiempos arriesgados. Se describen y recrean los ambientes en los que se desarrolla la acción, las vestimentas de los personajes, las costumbres, con gran precisión y detalle.

Novela morisca: Es un género de la prosa narrativa de carácter idealista. Hay colaboración y generosidad entre moros y cristianos. El amor es el sentimiento más elevado, que vence todos los obstáculos. Están idealizados los moros y el mundo en general. Se cultiva un estilo en el que las palabras son precisas y sonoras, utilizando recursos retóricos y poseen un léxico coloquial, fácil de entender. Se describen y recrean los ambientes en los que se desarrolla la acción, las vestimentas de los personajes, las costumbres, con gran precisión y detalle.


Personajes principales

Ricardo: al inicio de la novela él se compara a la condición arruinada y derrotada de la ciudad: “Si como carecéis de sentido, le tuviérades ahora, en esta soledad donde estamos, pudiéramos lamentar juntas nuestras desgracias...”. El comportamiento impulsivo refleja un nivel de inmadurez en cuanto a un entendimiento de sí mismo y de los otros. Es un cautivo de sus propias equivocaciones de entendimiento, lo cual simboliza un estado incompleto de auto-realización.

De igual forma, su primera acción liberal y magnánima, al final, de renunciar a sus pretensiones con Leonisa a favor de Cornelio, y su segunda acción al darse cuenta de la autonomía fundamental de Leonisa y así de lo imposible de “dársela” a cualquier otro hombre, representan un cambio profundo, una realización de una identidad masculina más completa, iluminada y por decirlo así, liberada. Ricardo alcanza al final de la novela un nivel más alto de madurez y sabiduría, y se descubre a sí mismo de una manera más profunda.

Mahamut: a lo largo de la novela se llama “Mahamut” y aun al final, con el regreso a su patria y su reconciliación con la Iglesia, no se indica su nombre “cristiano”. Funciona como indispensable medio o intermedio que les posibilita la reunión de Ricardo y Leonisa y promueve su libertad.

Es un renegado y hace alusiones breves, ambiguas y fragmentarias con respecto a cómo y por qué ha llegado a ser renegado. Por ejemplo se refiere a su condición así: “quizá para que yo te sirva ha traído la fortuna este rodeo de haberme hecho vestir deste hábito, que aborrezco”. Revela la deliberada y constante “integración” forzada de hombres y mujeres no turcos en el imperio otomano. Su gran influencia sobre El Cadí, su amo, este joven es uno de los esclavos favorecidos e influyentes, y así podrá valerse de su influencia para ayudar a Ricardo. Es un hombre que ha cruzado la frontera cultural voluntariamente, viendo lo atractivo de las posibilidades de mejoramiento personal y material que le ofrecía el mundo turco.

Leonisa: mujer cristiana de gran hermosura. Los poetas cantaban que tenían los cabellos de oro, y que eran sus ojos dos resplandecientes soles y sus mejillas, purpúreas rosas; sus dientes, perlas; sus labios, rubíes; su garganta, alabastro; y que sus partes con el todo y el todo con sus partes hacían una maravillosa y concertada armonía. Reacciona manifestando que su voluntad antes dudosa era ahora decididamente favorable a Ricardo, afirmando que la libertad fue siempre de ella y confirmando su derecho a elegir esposo libremente, derecho limitado sólo por la opinión de sus padres, opinión concebida como preámbulo a su propia decisión a favor de Ricardo pidiéndole que se casen.

Para leer en línea la novela siga el enlace: El Amante Liberal.

El Licenciado Vidriera


Argumento

El Licenciado Vidriera es una de las novelas ejemplares de Miguel de Cervantes publicadas en 1613. Estas novelas poseen carácter realista y descripciones de los personajes siempre de manera realista. El estudiante Tomás Rodaja marcha a Salamanca a estudiar acompañando de unos nobles -que lo encuentran sentado a los pies de un árbol y él les dice que será famoso y honrará a su familia-, y allí se licencia con honores; viaja por diversas ciudades de Italia, hasta que regresa a Salamanca, cuando una mujer llega a la ciudad, quien parece había viajado también por ciudades de Italia, Tomás la conoce y ella se enamora de él, en cambio, Tomás no soltaba sus libros, entonces ella, aconsejada por una morisca, le da una pócima de amor por la cual pierde la razón que y cree tener el cuerpo de vidrio y ser sumamente frágil, por lo que se obsesiona con la idea de romperse y decide llamarse Vidriera. Sin embargo, su agudeza es sorprendente y todos en el pueblo le consultan a modo de consejero, alcanzando la fama en poco tiempo y llegando hasta la Corte. Finalmente recobra el juicio hasta que un religioso de la Orden de San Jerónimo, “que tenía gracia y ciencia (…) en curar locos” lo cura, pero ya nadie le contrata ni va a verle por volverse cuerdo nuevamente, perdiendo así la fama. Al ver que se moría de hambre decide ingresar al ejército y llega alcanzar la fama por medio de las armas, terminando así la novela.

Análisis

-Viajes y ciudades


En la novela que aquí se analiza podemos encontrar ese realismo del que hablábamos antes, al percibir la descripción de todas las ciudades que visita Tomás Rodaja: “y luego se partió a Roma, reina de las ciudades y señora del mundo. Visitó sus templos, adoró sus reliquias y admiró su grandeza; y así como por las uñas del león se viene en conocimiento de su grandeza y ferocidad, así el sacó la de Roma por sus despedazados mármoles, medias y enteras estatuas, por sus rotos arcos y derribadas termas, por sus magníficos pórticos y anfiteatros grandes, por su famoso santo río…”.

-Don Quijote y Licenciado Vidriera

Otra característica que vale la pena destacar son las similitudes que encontramos entre esta novela ejemplar y Don Quijote. El Licenciado Vidriera contempla su figura con la de Don Quijote, en virtud de su común locura, y a consecuencia que la de uno es contemplativa y la del otro activa. Los paralelismos son evidentes, pues Don Quijote se vuelve loco por leer libros, por una actividad de cierto modo intelectual, y su locura le lleva al ejercicio de las armas, mientras que Vidriera es un lector, un intelectual que rechaza el mundo de las armas a quien vuelven loco con un filtro de amor y que, sólo cuando recupera su cordura se ve obligado a ejercitarlas. Uno empieza donde el otro termina, la locura del caballero coincide más con la actividad del cuerdo Rueda, mientras que la cordura de Don Alonso Quijano se halla más próxima a la locura intelectual de Vidriera. Ambos se mueven entre las armas y las letras, entre la cordura y la locura. Curiosamente, la novela larga sólo desarrolla la locura, mientras que la novela corta nos ofrece la secuencia completa de cordura-locura-cordura. Ambos personajes mantienen la misma falta de compromiso con la realidad inmediata, ya sea por abstracción y aislamiento intelectual, ya por los efectos de la locura caballeresca, los dos son firmemente voluntaristas, y los dos fracasan en sus propósitos y son rechazados por la sociedad, aunque el uno como loco, pues no es posible resucitar la edad de oro, y el otro como cuerdo, pues no puede ejercer como licenciado Rueda. La enajenación del caballero, con todo, es muy diferente, porque emana de su propia entraña, procede de su misma esencia personal y es interna, mientras que la pérdida del juicio de Vidriera es por causas externas y ajenas al personaje que, a pesar de su diferente trascendencia, siguen inquietando a los lectores actuales, quizá porque entre los dos ofrecen una de las visiones más lúcidas sobre la locura que nos ha legado la literatura clásica.

-La locura de Vidriera


“Y aunque le hicieron los remedios posibles, sólo le sanaron la enfermedad del cuerpo, pero no la del entendimiento; porque quedó sano, y loco de la más extraña locura que entre las locuras hasta entonces se había visto”.
Desde el punto de vista psicológico el personaje del Licenciado Vidriera no es más que una referencia a la dualidad de personalidad que algunas personas puedan llegar a poseer, puesto que más allá de la supuesta locura que en algún momento vive el personaje central, su cambio o transformación parecía ser más acorde a la necesidad y búsqueda de fama y honra por parte de este, la cual hasta cierto punto pese a su brillantez había sido negada, o bien a que el famoso Licenciado Vidriera no es en sí una persona con problemas de locura, sino que el término Vidriera es utilizado por Cervantes como un simbolismo de que ese personaje refleja en realidad lo que Tomás Rueda es, pero que por temor a los cánones sociales de la época y a la cierta apatía que este despierta ante buena parte de la sociedad le restringen durante la mayor parte de su vida, salvo durante esos años de supuesta locura.
Lo más destacable de la personalidad del Licenciado Vidriera es la forma en la que este puede desarrollar una crítica mordaz, satírica, pero extrañamente coherente de los diferentes sectores y clases sociales de la época, lo cual hasta cierto punto nos hace reflexionar si este personaje realmente sufría de locura, debido a que en muchos de sus comentarios su agudeza resalta, convirtiéndose en un vocero de lo que las demás personas temían expresar, era la voz del pueblo, aquel capaz de criticar a todos, sin temor, en vista a su supuesta locura, de represalias o actos coercitivos en su contra, llegando a ser una especie de “mesías”, teniendo seguidores por doquier, admirado y respetado como nunca antes en su vida había sido. Cabe siempre la duda de si en realidad este personaje estaba loco o si este aprovechó su supuesta condición para alcanzar su objetivo de reconocimiento y fama.

-Papel de la sociedad

“Escucháronle todo y dejáronle algunos. Volvió a su posada con poco menos acompañamiento que había llevado. Salió otro día, y fue lo mismo; hizo otro sermón, y no sirvió de nada”. Debemos tomar en cuenta que el Licenciado Vidriera irónicamente se convierte en una celebridad durante esa etapa de locura, momento en el cual adquirió fama, popularidad y quizá lo más importante, el respeto de la sociedad. La sociedad condiciona en buena parte la forma o manera en la que el personaje central se desarrolla, ya que una vez terminada la locura se acaba la celebridad, y los seguidores desaparecen. Es la sociedad entonces y la forma en la que esta ve al personaje central lo que permite visualizar esa relación simbiótica entre individuo y colectivo social, que crea una marcada interdependencia, y que establece su ruptura en el momento en el que el Licenciado Vidriera desaparece para convertirse en Tomás Rueda.
Podemos concluir que Cervantes plantea a través de esta novela la relación sociedad-individuo, desde la óptica de la satisfacción de necesidades. Un individuo solo puede satisfacer sus necesidades y expectativas, cuando este llega a ser aceptado socialmente, con lo cual se condiciona en buena parte la forma en que nos comportamos o desenvolvemos en los diferentes aspectos de nuestra vida, limitándonos en mucho el verdadero ser. De igual forma la sociedad generalmente rinde tributo a aquellos personajes excéntricos, valientes y directos que sin temor a las consecuencias alzan su voz o expresan todo aquello que las mayorías temen tan siquiera pensar, pero es únicamente a través de esas acciones y durante ese tiempo de valentía que se convierten en héroes y líderes de la multitud, ya que al primer indicio de temor o de debilidad, los colectivos sociales tienden a buscar nuevos liderazgos, capaces de satisfacer su necesidad de reivindicación y expresión.

-Enseñanzas, aforismos y sermones

En esta novela, a través de los diálogos, Cervantes expone toda una crítica hacia la sociedad española, considerando enseñanzas sobre cómo se debe actuar, aforismos y la moral del pueblo, hasta sermones para el mismo. Toca el tema de la mujer y su posición en la sociedad como sumisa y fiel hacia el hombre. Hace revista a la vez de la manera en que el siervo se debe comportar frente al amo, y siempre serle productivo y obediente. Y de paso arrastra a todos los oficios de la época, desde los poetas, escribanos, tenderas, libreros y un largo etcétera. Inclusive otorga consejos a personas despechadas por su pareja sentimental o la pobreza de los poetas -en quienes radica la misma, según Vidriera-. Vale la pena destacar que la única forma en que Cervantes encuentra la forma para revelar a una sociedad y su idiosincrasia es la locura, enlazando así toda la novela en su personaje central que es el portador de este conocimiento, adquirido por los estudios, pero sólo expresado por su locura, necesaria por supuesto. Es así que nosotros consideramos que los diálogos son lo más importante y que más destaca de la novela, entregando esta retahíla de sabiduría de Cervantes a través de la voz del pueblo, su personaje, el Licenciado Vidriera. Y para muestra, un botón, a la manera de la licenciada Nuila: “Preguntóle uno qué haría para no tener envidia a nadie. Respondió -Duerme: que todo el tiempo que durmieres serás igual al que envidias”.

Enlace para leer la novela en edición digital: Novelas Ejemplares.

martes, 15 de septiembre de 2009

Las mil y una letras



Bienvenido al blog Las mil y una letras, creado por estudiantes de la Universidad de San Carlos de Guatemala de la Facultad de Humanidades en la Licenciatura de Letras. Este blog surge como propuesta a un webquest sobre distintos temas de Don Quijote de la Mancha, de Miguel de Cervantes, como parte del curso Literatura (española) del Siglo de Oro.


Aquí trataremos sobre refranes, frases y palabras que a nuestro parecer destacan en nuestro contexto estudiantil, mientras se hace una ínfima selección de chapinismos presentados en el Quijote, de la mano del escritor Francisco Pérez de Antón. También en la columna que se observa a la izquierda encontrará una serie de enlaces sobre la música, comida, televisión, pintura, cómics, película, y una versión digital, del Quijote. Nuestro archivo del blog, para ver las entradas. Las etiquetas, para que seleccione una de interés y le dirija hacia un contenido que esté etiquetado con alguna palabra o frase. A su vez agregamos un buscador para realizar una exploración más precisa. Luego una ventana con nuestros seguidores, además de la opción para que se una y reciba a su correo todas nuestras entradas. Y Por último nuestro perfil, seguido de la bibliografía respectiva.



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lunes, 14 de septiembre de 2009

"Chapinismos del Quijote"

"Que trata de cómo don Quijote y Sancho utilizaban palabras y modismos chapines, y de otras historias y curiosidades dignas de ser contadas para gusto y provecho de quien las leyere".

—Eso no, Sancho —respondió Teresa—: casadla con su igual, que es lo más acertado; que si de los zuecos la sacáis a chapines, y de saya parda de catorceno a verdugado y saboyanas de seda, y de una Marica y un tú a una doña tal y señoría, no se ha de hallar la mochacha, y a cada paso ha de caer en mil faltas, descubriendo la hilaza de su tela basta y grosera.

Hijo de puta —dijo la dueña, toda ya encendida en cólera—, si soy vieja o no, a Dios daré la cuenta, que no a vos, bellaco, harto de ajos.

Cuenta la historia que desde el juzgado llevaron a Sancho Panza a un suntuoso palacio, adonde en una gran sala estaba puesta una real y limpísima mesa; y, así como Sancho entró en la sala, sonaron chirimías, y salieron cuatro pajes a darle aguamanos, que Sancho recibió con mucha gravedad.

Éntrate, éntrate, malandrín, follón y vestiglo, que todo lo pareces; éntrate, digo, por el mare magnum de sus historias, y si hallares que algún escudero haya dicho, ni pensado, lo que aquí has dicho, quiero que me le claves en la frente, y, por añadidura, me hagas cuatro mamonas selladas en mi rostro. Vuelve las riendas, o el cabestro, al rucio, y vuélvete a tu casa, porque un solo paso desde aquí no has de pasar más adelante conmigo. ¡Oh pan mal conocido! ¡Oh promesas mal colocadas! ¡Oh hombre que tiene más de bestia que de persona!

—Señor caballero, este muchacho que estoy castigando es un mi criado, que me sirve de guardar una manada de ovejas que tengo en estos contornos, el cual es tan descuidado, que cada día me falta una; y, porque castigo su descuido, o bellaquería, dice que lo hago de miserable, por no pagalle la soldada que le debo, y en Dios y en mi ánima que miente.

En resolución, Sancho acomodó a don Quijote sobre el asno y puso de reata a Rocinante; y, llevando al asno de cabestro, se encaminó, poco más a menos, hacia donde le pareció que podía estar el camino real. Y la suerte, que sus cosas de bien en mejor iba guiando, aún no hubo andado una pequeña legua, cuando le deparó el camino, en el cual descubrió una venta que, a pesar suyo y gusto de don Quijote, había de ser castillo. Porfiaba Sancho que era venta, y su amo que no, sino castillo; y tanto duró la porfía, que tuvieron lugar, sin acabarla, de llegar a ella, en la cual Sancho se entró, sin más averiguación, con toda su recua.

Aquí dieron fin a su plática, porque los llamaron a comer. Preguntó don Diego a su hijo qué había sacado en limpio del ingenio del huésped. A lo que él respondió:
—No le sacarán del borrador de su locura cuantos médicos y buenos escribanos tiene el mundo: él es un entreverado loco, lleno de lúcidos intervalos.

Francisco Pérez de Antón, Chapinismos del Quijote, editorial Taurus, Guatemala 2005, Pp.200

Refranes Populares de España en el Quijote

A continuación se preseta una relación de refranes populares de la cultura española que aparecen en El Quijote y su significado.


DIME CON QUIEN ANDAS Y TE DIRÉ QUIÉN ERES Refrán que indica que cada cual suele buscarse amistades y compañía semejante a sí mismo. "pues soy más mentecato que él, pues le sigo y le sirvo, si es verdadero el refrán que dice: "Dime con quien andas, y decirte he quién eres" (El Quijote, capítulo X, 2ª parte / Alejandro García Romero - Alcozar) // "Aquí encaja bien el refrán -dijo Sancho- de dime con quién andas, decirte he quién eres" (El Quijote, capítulo XXIII, 2ª parte / Segundo Álvarez Antón - Cirujales del Río)

EL QUE A BUEN ÁRBOL SE ARRIMA, BUENA SOMBRA LE COBIJA. Refrán que se refiere a los beneficios que se pueden obtener de las buenas relaciones interpersonales. "Y pues la experiencia ense- Que el que a buen árbol se arri- Buena sombra le cobi-" (El Quijote, al libro Don Quijote de La Mancha, 1ª parte / Yolanda Morales Barrero - Oncala) // "-Sí soy -respondió Sancho-, y soy quien la merece tan bien como otro cualquiera; soy quien "júntate a los buenos, y serás uno de ellos", y soy yo de aquellos "no con quien naces, sino con quien paces", y de los "quien a buen árbol se arrima, buena sombra le cobija" (El Quijote, capítulo XXXII, 2ª parte / Cristina García Pastor - Alcozar)

A QUIEN DIOS SE LA DÉ, SAN PEDRO SE LA BENDIGA Refrán empleado en señal de conformidad. "Tomad, pues, la parte del campo que quisiéredes, que yo haré lo mesmo, y a quien Dios se la
diere, San Pedro se la bendiga"
(El Quijote, capítulo LXIII, 2ª parte / Cristina García Pastor - Alcozar)

QUIEN CANTA, SUS MALES ESPANTA Refrán que recomienda enfrentarse con buen humor a las adversidades. "Antes he yo oído decir -dijo don Quijote- que quien canta, sus males espanta" (El Quijote, capítulo XXII, 1ª parte / Esperanza Palomar Peñalba - Torremocha de Ayllón) // (Lucía Díez Álvarez - Morcuera)

TANTAS VECES VA EL CÁNTARO A LA FUENTE... Sentencia que se emplea para señalar que, cuando una mala acción se repite fiándose de la buena suerte, al final ésta se acaba y se pagan las consecuencias. "mira, Sancho, lo que hablas; porque tantas veces va el cantarillo a la fuente..., y no te digo más. (El Quijote, capítulo XXX, 1ª parte / Victoria García Romero - Velilla de San Esteban)

SI DA EL CÁNTARO EN LA PIEDRA, MAL PARA EL CÁNTARO; Y SI LA PIEDRA DA EN EL CÁNTARO, MAL PARA EL CÁNTARO Sentencia que indica que el mal y los perjuicios siempre los recibe el más débil. "-¿Qué mejores -dijo Sancho- que «entre dos muelas cordales nunca pongas tus pulgares», y «a idos de mi casa y qué queréis con mi mujer, no hay responder», y «si da el cántaro en la piedra o la piedra en el cántaro, mal para el cántaro», todos los cuales vienen a pelo?"
(El Quijote, capítulo XLIII, 2ª parte / Divina Aparicio de Andrés - Alcozar)

EN TU CASA CUECEN HABAS, Y EN LA MÍA A CALDERADAS Refrán que señala que los hechos comunes suelen suceder en todas partes. "-No hay camino tan llano -replicó Sancho-, que no tenga algún tropezón o barranco; en otras casas cuecen habas, y en la mía, a calderadas" (El Quijote, capítulo XIII, 2ª parte / Divina Aparicio de Andrés - Alcozar)

LA CUDICIA ROMPE EL SACO También se suele emplear: LA CODICIA ROMPE EL SACO o LA AVARICIA ROMPE EL SACO. Refrán que indica que el excesivo afán de acumular bienes hace a veces que se pierdan todos. "Yo salí de mi tierra y dejé hijos y mujer por venir a servir a vuestra merced, creyendo valer más, y no menos; pero como la cudicia rompe el saco, a mí me ha rasgado mis esperanzas" (El Quijote, capítulo XX, 1ª parte / Isidra Hernando Lamata - Rejas de San Esteban)

EL DAR Y EL TENER, SESO HA MENESTER Refrán que indica que la prodigalidad se ha de ejercer con medida y que conviene ser prudente cuando se es generoso. "-No debió de ser eso -dijo Sancho-, sino que se debió de atener al refrán que dicen: que para dar y tener, seso es menester" (El Quijote, capítulo LVIII, 2ª parte / Eduardo Bas Gonzalo - San Esteban de Gormaz)

LOS DUELOS, CON PAN SON MENOS Cuando se dispone de medios económicos es más fácil solucionar nuestras penas y problemas. "los duelos, con pan son menos; pero tal vez hay que se nos pasa un día y dos sin desayunarnos" (El Quijote, capítulo XIII, 1ª parte / Alejandro García Romero - Alcozar)

LA DONCELLA HONESTA, EL HACER ALGO ES SU FIESTA Refrán que ensalzaba a la mujer trabajadora. "y la doncella honesta, el hacer algo es su fiesta" (El Quijote, capítulo V, 2ª parte / Cristina García Pastor - Alcozar)

LA EXPERIENCIA ES LA MADRE DE LA CIENCIA Refrán que alude a las enseñanzas que atesoramos como consecuencia de experiencias pasadas. "porque todos son sentencias sacadas de la mesma experiencia, madre de las ciencias" (El Quijote, capítulo XXI, 1ª parte / Yolanda Morales Barrero - Oncala)

UNA GOLONDRINA NO HACE VERANO Sentencia usada para dar a entender que el caso no es significativo y que no puede tenerse como regla. "Señor, una golondrina sola no hace verano" (El Quijote, capítulo XIII, 1ª parte / Carmen Andrés Hernando - Velilla de San Esteban y Pedro Jesús Carrasco García - Ágreda)

JÚNTATE A LOS BUENOS, Y SERÁS UNO DE ELLOS Refrán usado para indicar la influencia que ejercen sobre nosotros las personas que nos rodean. "-Sí soy -respondió Sancho-, y soy quien la merece tan bien como otro cualquiera; soy quien "júntate a los buenos, y serás uno de ellos", y soy yo de aquellos "no con quien naces, sino con quien paces", y de los "quien a buen árbol se arrima, buena sombra le cobija" (El Quijote, capítulo XXXII, 2ª parte / Cristina García Pastor - Alcozar)

IR POR LANA Y SALIR TRASQUILADO Refrán que se emplea cuando los resultados de una acción son totalmente contrarios a los que se esperaba obtener de ella. "¿No será mejor estarse pacífico en su casa, y no irse por el mundo a buscar pan de trastrigo, sin considerar que muchos van por lana y vuelven tresquilados?" (El Quijote, capítulo VII, 1ª parte / Belén Tomás Redondo - San Esteban de Gormaz)

LA LETRA CON SANGRE ENTRA Refrán que señala las dificultades y esfuerzos que son necesarios para aprender. "menester será que el buen Sancho haga alguna diciplina de abrojos, o de las de canelones, que se dejen sentir, porque la letra con sangre entra" (El Quijote, capítulo XXXVI, 2ª parte / Cristina García Pastor - Alcozar)

NO ES LA MIEL PARA LA BOCA DEL ASNO Refrán que expresa lo poco indicadas que son las cosas exquisitas para las personas rudas. "No es la miel para la boca del asno -respondió Sancho-; a su tiempo lo verás" (El Quijote, capítulo LII, 1ª parte - Pilar Bartolomé Monge - Judes)

LA MUJER HONRADA, LA PIERNA QUEBRADA Y EN CASA Refrán que aludía al comportamiento que se esperaba de una mujer. "por el siglo de mi madre que no nos hemos de mudar un paso de nuestra aldea: la mujer honrada, la pierna quebrada y en casa" (El Quijote, capítulo V, 2ª parte / Milagros Pastor del Amo - Alcozar)

NO CON QUIEN NACES, SINO CON QUIEN PACES Refrán que alude a que, más que el nacimiento o la familia, es el roce el que estrecha los lazos afectivos. "y el otro de "No con quien naces, sino con quien paces" (El Quijote, capítulo X, 2ª parte / Milagros Pastor del Amo - Alcozar) // "Sí soy -respondió Sancho-, y soy quien la merece tan bien como otro cualquiera; soy quien "júntate a los buenos, y serás uno de ellos", y soy yo de aquellos "no con quien naces, sino con quien paces" (El Quijote, capítulo XXXII, 2ª parte / Florencio Hernández Fraguas - Ciria)

CADA OVEJA CON SU PAREJA Refrán que denota que cada cual se siente mejor cuando se halla entre los de su misma clase. "¡A mi mujer con eso!, dijo Sancho Panza, que hasta entonces había ido callado y escuchando; la cual no quiere sino que cada uno se case con su igual, ateniéndose al refrán que dice: cada oveja con su pareja" (El Quijote, capítulo XIX, 1ª parte / Cristina García Pastor - Alcozar)

// "Cada oveja con su pareja, y nadie tienda más la pierna de cuanto fuere larga la sábana; y déjenme pasar, que se me hace tarde" (El Quijote, capítulo LIII, 2ª parte / Eduardo Bas Gonzalo - San Esteban de Gormaz)

AL BUEN PAGADOR NO LE DUELEN PRENDAS Refrán que se refiere a que quien piensa pagar, nunca pone excusas para no hacerlo. "Así es verdad -respondío Sancho-; pero al buen pagador no le duelen prendas" (El Quijote, capítulo XXX, 2ª parte / Fernando López Macarrón - Ines) //

"-Haya lo que hubiere -replicó Sancho-; que al buen pagador no le duelen prendas" (El Quijote, capítulo XXXIV, 2ª parte / Cipriano Esteban Miguel - Berlanga de Duero)

PAGAR JUSTO POR PECADORES Sentencia que expresa cómo las consecuencias de una acción individual pueden repercutir en un colectivo. "Aquella noche quemó y abrasó el ama cuantos libros había en el corral y en toda la casa y tales debieron de arder que merecían guardarse en perpetuos archivos; mas no lo permitió la suerte y la pereza del escudriñador, y así, se cumplió el refrán en ellos de que pagan a las veces justos por pecadores" (El Quijote, capítulo VII, 1ª parte / Cristina García Pastor - Alcozar)

PREDICAR EN DESIERTO, SERMÓN PERDIDO Refrán que indica lo inútil que resulta intentar convencer a alguien que no quiere entrar en razón. "pero todo era predicar en desierto y majar en hierro frío" (El Quijote, capítulo VI, 2ª parte / Alejandro García Romero - Alcozar)

DONDE UNA PUERTA SE CIERRA, OTRA SE ABRE Refrán que aconseja no desanimarse ante el primer fracaso. "especialmente aquel que dice: Donde una puerta se cierra, otra se abre" (El Quijote, capítulo XXI, 1ª parte / Susana Morales Barrero - Oncala)

QUIEN BIEN TE QUIERE, TE HARÁ LLORAR Refrán que alude a la necesidad de emplear a veces mano dura con aquellos a los que más queremos. "que yo he oído decir: Ese te quiere bien que te hace llorar" (El Quijote, capítulo XX, 1ª parte / Susana Morales Barrero - Oncala)

A DIOS ROGANDO Y CON EL MAZO DANDO Indica la necesitad de poner algo de nuestra parte cuando solicitamos un favor. "porque en la tardanza suele estar muchas veces el peligro, y a Dios rogando y con el mazo dando" (El Quijote, capítulo LXXI, 2ª parte / Cristina García Pastor - Alcozar)

DIJO LA SARTÉN A LA CALDERA o DIJO LA SARTÉN AL CAZO Refrán que se usa cuando alguien critica la actitud de una persona y ésta es semejante a la de quien habla. "-Paréceme -respondió Sancho- que vuesa merced es como lo que dicen: "Dijo la sartén a la caldera: Quítate allá ojinegra" (El Quijote, capítulo LXVII, 2ª parte / Eutiquio Cabrerizo Cabrerizo - Fuentearmegil)

AL HIJO DE TU VECINO, LÍMPIALE LAS NARICES Y MÉTELE EN TU CASA Refrán que aconseja emparentar con personas de la misma condición. "no os queráis alzar a mayores, y advertid el refrán que dice: "Al hijo de tu vecino, límpiale las narices y métele en tu casa" (El Quijote, capítulo V, 2ª parte / Carmen Andrés Hernando - Velilla de San Esteban)

VIVA LA GALLINA, AUNQUE SEA CON PEPITA Refrán que se emplea para indicar que es preferible contar con algo, aunque no sea de la mejor calidad, que quedarse sin nada. "Eso no, marido mío -dijo Teresa-: viva la gallina, aunque sea con su pepita" (El Quijote, capítulo V, 2ª parte / Carmen Andrés Hernando - Velilla de San Esteban)

QUIEN YERRA Y SE ENMIENDA, A DIOS SE ENCOMIENDA Refrán que recomienda reconocer los propios errores. "y advierta que sé poco, y que si hablo mucho, más procede de enfermedad que de malicia; más quien yerra y se enmienda, a Dios se encomienda" (El Quijote, capítulo XXVIII, 2ª parte / Vicenta Alonso Alonso - Ventosa del Ducado)

Frases célebres del Quijote

1 La alabanza propia envilece. -Adulación.
2 De gente bien nacida es agradecer los beneficios que recibe. -Agradecimiento.
3 Las honestas palabras dan indicio de la honestidad del que las pronuncia o las escribe. -Alabanza.
4 La buena y verdadera amistad no puede ni debe ser sospechosa de nada. -Amistad.
5 No hay amor perdido entre nosotros. -Amor.
6 Las armas requieren espíritu como las letras. -Armas.
7 Un buen arrepentimiento es la mejor medicina que tienen las enfermedades del alma. -Arrepentimiento.
8 La pluma es la lengua de la mente. -Autor.
9 El que no sabe gozar de La ventura cuando le viene, no se debe quejar sí se pasa. -Aventura.
10 Nunca fuera caballero de damas tan bien servido como fuera. -cuando de su aldea vino; doncellas curaban del; princesas, de su rocino. -Caballero.
11 Las obras de caridad que se hacen tibia y flojamente no tienen mérito ni valen nada. -Caridad.
12 No seas, ni siempre riguroso, ni siempre blando. -Cautela.
13 Siempre son desatinadas las venganzas de los celos. -Celos.
14 La verdad adelgaza y no quiebra, y siempre nada sobre la mentira como el aceite sobre el agua. -Censura.
15 Para remediar desdichas del cielo, poco suelen valer los bienes de fortuna. -Cielo.
16 El mejor cimiento y zanja del mundo es el dinero. -Cimiento.
17 Come poco y cena menos, que la salud en todo el cuerpo se fragua en la oficina del estómago. -Comer.
18 Una confidencia, por lo general, tiene tanto de confianza como de indiscreción. -Confidencia.
19 En el arte de la marinería más sabe el más simple marinero, que el mayor letrado del mundo. -Conocimiento.
20 En los casos arduos y dificultosos, en un mismo punto han de andar el consejo y la obra. -Consejo.
21 Yo soy de parecer que el pobre debe contentarse con lo que hallare, y no pedir cotufas en el golfo. -Contentamiento.
22 Nunca vivió bien la crueldad con la valentía. -Crueldad.
23 Una de las mayores tentaciones del demonio es ponerle a un hombre en el entendimiento que puede componer e imprimir un libro, con que gana tanta fama como dinero. -Demonio.
24 Yo sé muy poco, y diría, y está muy puesto en razón que la desesperación no puede ser valentía. -Deseo
25 Amor y deseo son dos cosas diferentes; no todo lo que se ama se desea, ni todo lo que se desea se ama. -Deseo.
26 Los males que no tienen fuerza para acabar la vida, no han de tenerla para acabar la paciencia. -Desesperación.
27 Parece que los gitanos y gitanas solamente nacieron en el mundo para ser ladrones. -Deshonestidad.
28 No puede haber gracia donde no hay discreción. -Discreción.
29 Siendo poeta, podrá ser famoso si se guía más por el parecer ajeno que por el propio. -Egoísmo.
30 Todos los vicios, Sancho, traen un no se qué de deleite consigo: que el de la envidia no trae sino disgustos. -rencores y rabias. -Envidia.
31 La pluma es la lengua del alma. -Escribir.
32 Los deseos se alimentan de esperanzas. -Esperanza.
33 De altos espíritus es apreciar las cosas altas. -Espíritu.
34 Tanto más se escudriñan las faltas de un impreso, cuanto mayor es la fama de quien lo compuso. -Fama.
35 Esta que llaman fortuna es una mujer borracha y antojadiza y sobre todo, ciega, y así no ve lo que hace, ni sabe a quién derriba ni a quien ensalza. -Fortuna.
36 Es bueno mandar aunque sea un hato de ganado. -Gobernar.
37 Voto a Dios que me espanta esta grandeza y que diera un doblón por describilla: porque ¿a quién no sorprende y maravilla esta máquina insigne, esta riqueza? Grandeza.
38 La guerra, así como es madrastra de los cobardes, es la madre de los valientes. -Guerra.
39 La abundancta de las cosas, aunque sean buenas, hace que no se estimen, y la carestía son de las malas se estima en algo. -Gustos.
40 Y en lo de trazarles que estudien esta o aquella ciencia, no lo tengo por acertado, aunque el persuadirles no será dañoso.
41 A quien se humilla, Dios le ensalza. -Humildad.
42 La grandeza del rey resplandece más en el misericordioso que justiciero. -Justicia.
43 El que lee mucho y anda mucho, ve mucho y sabe mucho. -Leer.
44 No cargues todo el rigor de la ley al delincuente; que no es mejor la fama del juez riguroso que lad del compasivo. -Leyes.
45 La libertad es una de las más agradables virtudes de quien engendra la fama. -Libertad.
46 La celestina sería un libro en verdad divino, si escondiera más lo humano. -Libros.
47 No hay libro tan malo que no tenga algo bueno. -Libros.
48 Todo sale en la lavada. -Limpieza.
49 Y yo soy de parecer y la experiencia lo enseña, que ablandarán una peña lágrimas de una mujer. -Lágrimas.
50 El hacer bien a villanos es echar agua al mar. -Mal.
51 Casamientos de parientes tienen mil inconvenientes. -Matrimonio.
52 No hay memoria a quien el tiempo no acabe, ni dolor que la muerte no consuma. -Memoria.
53 Es mejor ser loado de los pocos sabios que burlado de los muchos necios. -Merito.
54 La misericordia brilla más que la justicia. -Misericordia.
55 Para todo hay remedio, si no es para la muerte. -Muerte.
56 No hay carga más pesada que la mujer liviana. -Mujer.
57 Has de usar con la honesta mujer el estilo que con las reliquias; adornarlas y no tocarlas. -Mujeres.
58 La música compone los ánimos descompuestos y alivia los trabajos que nacen del espíritu. -Música.
59 La verdadera nobleza consiste en la virtud. -Nobleza.
60 Por la calle del ya voy, se va a la casa del nunca. -Nunca.
61 Cada uno es hijo de sus obras. -Obras.
62 Nada hay más pequeño que un grande dominado por el orgullo. -Orgullo.
63 Es tan ligera la lengua como el pensamiento, que si son malas las preñeces de los pensamientos, las empeoran los partos de la lengua. -Palabras.
64 Oh memoria, enemiga mortal de mi descanso. -Pasado.
65 Es dulce el amor a la patria. -Patriotismo.
66 Mis pensamientos corrieron a una distracción. -Pensamiento.
67 Se moderado con tu sueño; que el que no madruga con el sol, no goza del día. -Pereza.
68 Tanto vales cuanto tienes, y tanto tienes cuanto vales, Dos linajes solos hay en el mundo, como decía una abuela mía, que son el tener y el no tener. -Pobreza.
69 Si el gobernador sale rico de su gobierno, dicen de el que ha sido un ladrón; y si sale pobre, que ha sido parapoco. -Poder.
70 Yo que tanto trabajo y me desvelo por parecer que tengo de poeta la gracia que no quiso darme el cielo. -Poeta.
71 El retirar no es huir, ni el esperar es cordura, cuando el peligro sobrepuja a la esperanza. -Prudencia.
72 Pudor es un encanto que duplica los encantos de la hermosura. -Pudor.
73 Habla con reposo, pero no de manera que parezca que te escuchas a ti mismo; que toda afectación es mala. -Reposo.
74 No huye el que se retira. -Retiro.
75 No desees y serás el hombre más rico del mundo. -Riqueza.
76 Es la enmienda en el que yerra, atrás de su salvación. -Salvación.
77 La santidad fingida no hace daño a ningún tercero, sino al que la usa. -Santidad.
78 Necio es, muy necio, el que, descubriendo un secreto a otro, le pide encarecidamente que lo calle. -Secreto.
79 Las sentencias cortas se derivan de una gran experiencia. -Sentencias.
80 Cada uno es como Dios lo hizo, y aun peor muchas veces. -Ser.
81 La honra del amo descubre la del criado; según esto, mira a quién sirves y verás cuán honrado serás. -Servicio.
82 Cada uno es artífice de su ventura. -Suerte.
83 El sueño es el alivio de las miserias para los que las sufren despiertos. -Sueños.
84 ¿No sabes tú que no es valentía la temeridad? Temeridad.
85 La diligencia es madre de la buenaventura. -Trabajo.
86 Las tristezas no se hicieron para las bestias sino para los hombres; pero si los hombres las sienten mucho. -se vuelven bestias. -Tristeza.
87 El valor reside en el término medio entre la cobardía y la temeridad. -Valor.
88 La senda de la virtud es muy estrecha y el camino del vicio, ancho y espacioso. -Vanidad.
89 Cada uno es artífice de su propia ventura. -Ventura.
90 Donde está la verdad está Dios. -Verdad.
91 Más vale vergüenza en cara que mancilla en el corazón. -Vergüenza.
92 Bien predica quien bien vive. -Vida.
93 El pobre está inhabilitado de poder mostrar la virtud de liberalidad con ninguno, aunque en sumo grado la posea. -Virtud.
94 El agradecimiento que sólo consiste en el deseo, es cosa muerta, como es muerta la fe sin obras. -Agradecimiento.
95 Entre los pobres pueden durar las amistades, porque la igualdad de la fortuna sirve de eslabón a los corazones; pero entre los ricos y los pobres no puede haber amistad duradera. -Amistad.
96 Donde hay mucho amor, suele haber demasiada desenvoltura. -Amor.
97 El amor antojadizo no busca cualidades, sino hermosuras. -Amor.
98 El amor es deseo de belleza. -Amor.
99 El amor junta los cetros con los cayados; la grandeza con la bajeza; hace posible lo imposible; iguala diferentes estados y viene a ser poderoso como la muerte. -Amor.
100 El amor nunca hizo ningún cobarde. -Amor.
101 El amor y la afición con facilidad ciegan los ojos del entendimiento. -Amor.
102 El mayor contrario que el amor tiene es el hambre y la continua necesidad. -Amor.
103 Nunca desagrada a una mujer que se le enamore. -Amor.
104 Las iras de los amantes suelen parar en maldiciones. -Amor.
105 Nunca fue desdichado amor que fue conocido. -Amor.
106 Más hermoso parece el soldado en la batalla que sano en la huida. -Armas.
107 Los celos son señales de amor, es como la calentura en el hombre enfermo que a tenerla es señal de tener vida, pero vida enferma y mal dispuesta. -Celos.
108 ¡Celos, cuchillo de las más firmes esperanzas! Celos.
109 Venturoso aquel a quien el cielo dio un pedazo de pan, sin que le quede obligación de agradecérselo a otro que al mismo cielo. -Cielo.
110 Nunca el consejo del pobre, por bueno que sea. -fue admitido. -Consejo.
111 ¡Oh envidia, raíz de infinitos males y carcoma de las virtudes! Envidia.
112 Más vale buena esperanza que ruin posesión. -Esperanza.
113 Si acaso doblares la vara de la justicia, no sea con el peso de las dádivas, sino con el de la misericordia. -Justicia.
114 El ver mucho y leer mucho aviva los ingenios de los hombres. -Leer.
115 La libertad es uno de los más preciosos dones que a los hombres dieron lo cielos. -Por ta libertad, asi como por la honra, se puede y debe aventurar la vida. -Libertad.
116 Opinión fue de no sé qué sabio, que no había en todo el mundo una sola mujer buena, y daba por consejo que cada uno pensase y creyese que aquella buena es la suya, y así viviría contento. -Matrimonio.
117 El que esta para morir siempre suele hablar verdades. -Muerte.
118 No hay candados, guardas ni cerraduras que mejor guarden a una doncella que las del recaro propio. -Mujer.
119 Más vale una palabra a tiempo que cien a destiempo. -Palabras.
120 No hay más alta virtud que la prudencia. -Prudencia.
121 Una de las partes de la prudencia es que lo que se puede hacer por bien, no se haga por mal. -Prudencia.
122 He oído decir que esta que llaman por ahí fortuna es una mujer borracha y antojadiza y, sobre todo, ciega, y así no ve lo que hace, ni sabe a quién derriba ni a quién ensalza. -Suerte.
123 Siempre la melancolía fue de la muerte apariencia. -Tristeza.
124 La virtud es más perseguida por los malos que amada de los buenos. -Virtud.
125 No hay que tener envidia a los que los tienen principes y señores, porque la sangre se hereda, y la virtud se aquisraé y la virtud vale por sí sola lo que la sangre no vale. -Virtud.