miércoles, 30 de septiembre de 2009

El Licenciado Vidriera


Argumento

El Licenciado Vidriera es una de las novelas ejemplares de Miguel de Cervantes publicadas en 1613. Estas novelas poseen carácter realista y descripciones de los personajes siempre de manera realista. El estudiante Tomás Rodaja marcha a Salamanca a estudiar acompañando de unos nobles -que lo encuentran sentado a los pies de un árbol y él les dice que será famoso y honrará a su familia-, y allí se licencia con honores; viaja por diversas ciudades de Italia, hasta que regresa a Salamanca, cuando una mujer llega a la ciudad, quien parece había viajado también por ciudades de Italia, Tomás la conoce y ella se enamora de él, en cambio, Tomás no soltaba sus libros, entonces ella, aconsejada por una morisca, le da una pócima de amor por la cual pierde la razón que y cree tener el cuerpo de vidrio y ser sumamente frágil, por lo que se obsesiona con la idea de romperse y decide llamarse Vidriera. Sin embargo, su agudeza es sorprendente y todos en el pueblo le consultan a modo de consejero, alcanzando la fama en poco tiempo y llegando hasta la Corte. Finalmente recobra el juicio hasta que un religioso de la Orden de San Jerónimo, “que tenía gracia y ciencia (…) en curar locos” lo cura, pero ya nadie le contrata ni va a verle por volverse cuerdo nuevamente, perdiendo así la fama. Al ver que se moría de hambre decide ingresar al ejército y llega alcanzar la fama por medio de las armas, terminando así la novela.

Análisis

-Viajes y ciudades


En la novela que aquí se analiza podemos encontrar ese realismo del que hablábamos antes, al percibir la descripción de todas las ciudades que visita Tomás Rodaja: “y luego se partió a Roma, reina de las ciudades y señora del mundo. Visitó sus templos, adoró sus reliquias y admiró su grandeza; y así como por las uñas del león se viene en conocimiento de su grandeza y ferocidad, así el sacó la de Roma por sus despedazados mármoles, medias y enteras estatuas, por sus rotos arcos y derribadas termas, por sus magníficos pórticos y anfiteatros grandes, por su famoso santo río…”.

-Don Quijote y Licenciado Vidriera

Otra característica que vale la pena destacar son las similitudes que encontramos entre esta novela ejemplar y Don Quijote. El Licenciado Vidriera contempla su figura con la de Don Quijote, en virtud de su común locura, y a consecuencia que la de uno es contemplativa y la del otro activa. Los paralelismos son evidentes, pues Don Quijote se vuelve loco por leer libros, por una actividad de cierto modo intelectual, y su locura le lleva al ejercicio de las armas, mientras que Vidriera es un lector, un intelectual que rechaza el mundo de las armas a quien vuelven loco con un filtro de amor y que, sólo cuando recupera su cordura se ve obligado a ejercitarlas. Uno empieza donde el otro termina, la locura del caballero coincide más con la actividad del cuerdo Rueda, mientras que la cordura de Don Alonso Quijano se halla más próxima a la locura intelectual de Vidriera. Ambos se mueven entre las armas y las letras, entre la cordura y la locura. Curiosamente, la novela larga sólo desarrolla la locura, mientras que la novela corta nos ofrece la secuencia completa de cordura-locura-cordura. Ambos personajes mantienen la misma falta de compromiso con la realidad inmediata, ya sea por abstracción y aislamiento intelectual, ya por los efectos de la locura caballeresca, los dos son firmemente voluntaristas, y los dos fracasan en sus propósitos y son rechazados por la sociedad, aunque el uno como loco, pues no es posible resucitar la edad de oro, y el otro como cuerdo, pues no puede ejercer como licenciado Rueda. La enajenación del caballero, con todo, es muy diferente, porque emana de su propia entraña, procede de su misma esencia personal y es interna, mientras que la pérdida del juicio de Vidriera es por causas externas y ajenas al personaje que, a pesar de su diferente trascendencia, siguen inquietando a los lectores actuales, quizá porque entre los dos ofrecen una de las visiones más lúcidas sobre la locura que nos ha legado la literatura clásica.

-La locura de Vidriera


“Y aunque le hicieron los remedios posibles, sólo le sanaron la enfermedad del cuerpo, pero no la del entendimiento; porque quedó sano, y loco de la más extraña locura que entre las locuras hasta entonces se había visto”.
Desde el punto de vista psicológico el personaje del Licenciado Vidriera no es más que una referencia a la dualidad de personalidad que algunas personas puedan llegar a poseer, puesto que más allá de la supuesta locura que en algún momento vive el personaje central, su cambio o transformación parecía ser más acorde a la necesidad y búsqueda de fama y honra por parte de este, la cual hasta cierto punto pese a su brillantez había sido negada, o bien a que el famoso Licenciado Vidriera no es en sí una persona con problemas de locura, sino que el término Vidriera es utilizado por Cervantes como un simbolismo de que ese personaje refleja en realidad lo que Tomás Rueda es, pero que por temor a los cánones sociales de la época y a la cierta apatía que este despierta ante buena parte de la sociedad le restringen durante la mayor parte de su vida, salvo durante esos años de supuesta locura.
Lo más destacable de la personalidad del Licenciado Vidriera es la forma en la que este puede desarrollar una crítica mordaz, satírica, pero extrañamente coherente de los diferentes sectores y clases sociales de la época, lo cual hasta cierto punto nos hace reflexionar si este personaje realmente sufría de locura, debido a que en muchos de sus comentarios su agudeza resalta, convirtiéndose en un vocero de lo que las demás personas temían expresar, era la voz del pueblo, aquel capaz de criticar a todos, sin temor, en vista a su supuesta locura, de represalias o actos coercitivos en su contra, llegando a ser una especie de “mesías”, teniendo seguidores por doquier, admirado y respetado como nunca antes en su vida había sido. Cabe siempre la duda de si en realidad este personaje estaba loco o si este aprovechó su supuesta condición para alcanzar su objetivo de reconocimiento y fama.

-Papel de la sociedad

“Escucháronle todo y dejáronle algunos. Volvió a su posada con poco menos acompañamiento que había llevado. Salió otro día, y fue lo mismo; hizo otro sermón, y no sirvió de nada”. Debemos tomar en cuenta que el Licenciado Vidriera irónicamente se convierte en una celebridad durante esa etapa de locura, momento en el cual adquirió fama, popularidad y quizá lo más importante, el respeto de la sociedad. La sociedad condiciona en buena parte la forma o manera en la que el personaje central se desarrolla, ya que una vez terminada la locura se acaba la celebridad, y los seguidores desaparecen. Es la sociedad entonces y la forma en la que esta ve al personaje central lo que permite visualizar esa relación simbiótica entre individuo y colectivo social, que crea una marcada interdependencia, y que establece su ruptura en el momento en el que el Licenciado Vidriera desaparece para convertirse en Tomás Rueda.
Podemos concluir que Cervantes plantea a través de esta novela la relación sociedad-individuo, desde la óptica de la satisfacción de necesidades. Un individuo solo puede satisfacer sus necesidades y expectativas, cuando este llega a ser aceptado socialmente, con lo cual se condiciona en buena parte la forma en que nos comportamos o desenvolvemos en los diferentes aspectos de nuestra vida, limitándonos en mucho el verdadero ser. De igual forma la sociedad generalmente rinde tributo a aquellos personajes excéntricos, valientes y directos que sin temor a las consecuencias alzan su voz o expresan todo aquello que las mayorías temen tan siquiera pensar, pero es únicamente a través de esas acciones y durante ese tiempo de valentía que se convierten en héroes y líderes de la multitud, ya que al primer indicio de temor o de debilidad, los colectivos sociales tienden a buscar nuevos liderazgos, capaces de satisfacer su necesidad de reivindicación y expresión.

-Enseñanzas, aforismos y sermones

En esta novela, a través de los diálogos, Cervantes expone toda una crítica hacia la sociedad española, considerando enseñanzas sobre cómo se debe actuar, aforismos y la moral del pueblo, hasta sermones para el mismo. Toca el tema de la mujer y su posición en la sociedad como sumisa y fiel hacia el hombre. Hace revista a la vez de la manera en que el siervo se debe comportar frente al amo, y siempre serle productivo y obediente. Y de paso arrastra a todos los oficios de la época, desde los poetas, escribanos, tenderas, libreros y un largo etcétera. Inclusive otorga consejos a personas despechadas por su pareja sentimental o la pobreza de los poetas -en quienes radica la misma, según Vidriera-. Vale la pena destacar que la única forma en que Cervantes encuentra la forma para revelar a una sociedad y su idiosincrasia es la locura, enlazando así toda la novela en su personaje central que es el portador de este conocimiento, adquirido por los estudios, pero sólo expresado por su locura, necesaria por supuesto. Es así que nosotros consideramos que los diálogos son lo más importante y que más destaca de la novela, entregando esta retahíla de sabiduría de Cervantes a través de la voz del pueblo, su personaje, el Licenciado Vidriera. Y para muestra, un botón, a la manera de la licenciada Nuila: “Preguntóle uno qué haría para no tener envidia a nadie. Respondió -Duerme: que todo el tiempo que durmieres serás igual al que envidias”.

Enlace para leer la novela en edición digital: Novelas Ejemplares.

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